Guillermo Tinasky lleva treinta años desaparecido y nadie sabría decir quién es.
Tinasky, el autor de éxitos literarios como «La ofensa» o «El mundo», no quiere ser reconocido. Sus libros aparecen sin su imagen y no existen fotografía en la que no aparezca agilmente escondido tras otra persona.
Tuvo una infancia dura y misteriosa, sus amigos decían de Tinasky que actuaba de forma distinta, leía constantemente y dormía al raso. En 1974, cuando Tinasky tenía sólo once años, desaparece su padre junto con Zeta Acosta, otro escritor y activista mexicano que más tarde influiría en la literatura de Tinasky. Tras la desaparición de su padre, en 1979 Tinasky tuvo que enfrentarse a la muerte de su hermana y de su madre, ambas fallecieron en Fermont, en el incendio de un hotel donde se hospedaban mientras visitaban a unos familiares. Tinasky tuvo entonces que ir a vivir con sus tíos hasta 1981, cuando todos se mudaron a Nueva York.
En 1982 Tinasky se enroló en un barco pesquero en el que estuvo trabajando durante un año y, aunque conocemos pocos datos al respecto, si que sabemos que antes de enrolarse ya había enviado el manuscrito de su primera novela, «La ofensa», a distintas editoriales. Fue rechazado por ocho editoriales, hasta que la obra llegó a manos del niño bonito de los editores de aquella época: Gary Fisketjon.
Gary Fiketjon fue el único que vio una oportunidad de oro en la figura de Tinasky y los rumores que corrían sobre su persona. Entre esos rumores, aquel que le hizo estar en boca de todos: el intento de asesinato del entonces presidente de los EEUU, Ronald Reagan.
Póngamonos en antencedentes: El 30 de marzo de 1981 John W. Hinckley Jr. intentó matar al presidente Ronald Reagan, disparó 6 veces imitando a su ídolo Travis Bickle (personaje protagonista de la película Taxi Driver), y lo hizo intentando sorprender así a la actriz Jodie Foster , de la que estaba profundamente obsesionado (emulando así el guión de susodicha película). Resulta que este atentado ocurrió a pocos metros del apartamento donde Tinasky vivía con sus tíos, y ocurrió exactamente el mismo día en que la familia se mudaba a Nueva York.
Corrieron rumores acerca de esta extraña coincidencia, pero no fue hasta 25 años más tarde cuando Tinasky terminó de dar rienda suelta a la imaginación de sus lectores, entregando su último manuscrito en un maletín cerrado con una clave y acompañado de una adivinanza que prometía a quien la descifrara, el código para poder abrirlo. Todo esto sería una extravagancia más de un escritor como Tinasky si no fuera por que era exactamente el mismo maletín que la prensa fotografió durante el atentado al presidente, y sobre el que se estuvo conjeturando hasta la saciedad.
Un escritor de culto como hoy consideramos que es Guillermo Tinasky no se hace a sí mismo, sino que son sus fieles lectores quienes lo llevan hasta esa posición. Lectores que durante todos estos años se han mostrado aférrimos al personaje y a sus excentricidades y que llegaron a manifestarse en contra de la demolición del edificio donde estaba su casa museo. En este edificio se encontraba la última residencia conocida del autor y el lugar donde vive su alter ego literario, Jesús Cisneros.
Guillermo Tinasky triunfó con su primera novela, un éxito inesperado al que la revista de crítica de libros del New York Times le dedicó una extensísima reseña de tres páginas interiores. Consiguió diez mil dólares de adelanto por esta primera obra, adelanto que no solía darse en escritores primerizos como lo era él, y cuantía que sobrepasaba a la de muchos escritores de renombre.
Una de las claves comunes de todas sus obras es su escenografía. Hay escritores a los que sería imposible reconocerlos sin el escenario al que suelen dedicar sus obras, así Tinasky sería irreconocible sin la gran manzana, sin Nueva York. El autor propone una ciudad coral llena de contrastes y utiliza el escenario neoyorquino como trasfondo para mostrar las heridas y los dolores de sus profundamente humanos personajes. Entre las influencias literarias que podemos concluir de sus obras se encuentran los textos de Jack Kerouac, John Fante o Malcolm Lowry.
Pero, ¿dónde está ahora Tinasky, qué se sabe de él?
Poco de lo que creíamos saber de él parece ser una estafa, un engañabobos. En 1995 el cronista italiano Tomasso De Bennedetti publicó una entrevista con el famoso escritor (en el Periódico Líbero). En ella Tinasky contaba que vivía ahora en Europa y que estaba preparando una trilogía. En 2010 se desenmascaró al supuesto cronista y salió a la luz que había publicado numerosas entrevistas falsas, entre ellas, aquella que decía haber hecho a Tinasky. Pero la cosa no quedó ahí. De Bennedetti creó recientemente un perfil falso en Twitter bajo el nombre de Anita Raja y con la fotografía y la biografía de una escritora que escribe bajo el pseudónimo de Elena Ferrante, y de la que se desconoce su verdadera identidad. El cronista italiano, consciente de algunos rumores que señalan a Anita Raja como la posible autora tras el pseudónimo, decidió crear este perfil falso. Así pues, la única información más reciente que teníamos de Tinasky queda verdaderamente en entredicho y nos aboca, una vez más, al misterio.
¡Tinasky ha vuelto!
Ahora sabemos, gracias a la información que circula por las editoriales que llevan su sello, que el escritor, después de 30 años desaparecido y con legiones de lectores que corean su legado, ha vuelto con otra obra bajo el brazo, y que será publicada en el primer trimestre de este año. Aquí en España lo hará en la editorial Malpaso. Pero cabe preguntarnos qué hay de cierto con respecto al esquivo escritor. Algunos escritores coetáneos opinan que el éxito de Tinasky fue fruto de coincidencias y rumores sobre su vida personal. También hay declaraciones que admiten que Tinasky es un fraude, por ejemplo el que era uno de sus vecionos asegura que Tinasky es un farsante, «él era un borracho y su madre se pasaba el día en la calle», decía.
Hay declaraciones para todos los gustos, pero para lo que no hay lugar a dudas es que somos nosotros el combustible que alimenta esta y cualquier otra leyenda. Qué sería de nosotros sin estos símbolos, ficticios o no, que nos aleccionan, nos permiten sentarnos a pies de una hoguera (y quien dice hoguera dice mesa-de-bar) y contarnos una y otra vez la vívida historia de quien nos fascina, nos enamora. A veces se adhieren pequeños detalles y el relato nos embauca iluminando los ojos de quien lo cuenta y de quien lo escucha. Iluminando incluso una vez el fuego de nuestra hoguera se ha extinguido.
Fuentes: Episodio 1-8 "Descubriendo a Tinasky". Página2. Enlace aquí
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TINASKY vivió o estuvo un tiempo en Venezuela, lo llegue a conocer, en la Isla de Margarita, era vecino de mis tíos y nos comento que antes de llegar a la isla, estuvo viviendo en los llanos Venezolanos, no recuerdo si en el Estado Apure o Barinas, hablaba el Español bastante bien, aunque le costaba pronunciar algunas palabras. En Margarita vivía en una Casita muy pequeña, cerca de la playa, sin nada de lujo, en esa casita había muchos libros, todos en Ingles y mucho desorden, yo le hacia algunos mandados y el me pagaba, también tenia una Señora que le cocinaba de vez en Cuando. Decía que le gustaba el Sol, pero nunca se levantaba antes de la una de la tarde y generalmente bajaba a la playa como a las cuatro o cinco de la tarde, cuando ya todos estaban de regreso. Lo Recuerdo como un Hombre Tranquilo, a veces poco comunicativo y a veces hablaba mas, nos hablaba de su labor de escritor, pero solo vi dos libros de su autoría. Pero no los prestaba a nadie. Nunca se me olvido su Nombre, y preferían que lo llamasen TINASKY, nadie lo llamaba por otro nombre. Entre los Vecinos, desconocían de su Fama, eran gente sencilla, poco culta e intelectual, pero el parecía Feliz de estar rodeado de gente así.
donde puedo comprar los libros de Tinasky? no consigo encontrarlos!
Las obras de Tinasky son tan difíciles de encontrar como al propio autor. ¡Suerte!